Energía y cambio climático
A pesar de la gran variabilidad del clima en los últimos ochocientos mil años, con constantes glaciaciones seguidas de periodos cálidos interglaciares, nunca se había observado un aumento de la temperatura global como el acontecido en las últimas décadas. Aunque algunos medios de comunicación persisten en abrazar teorías polémicas ya superadas por los científicos, estos han alcanzado un acuerdo prácticamente unánime: la causa de esta subida de la temperatura global se halla en el aumento paralelo de la concentración de CO2 en la atmósfera, que es también la más elevada de los últimos ochocientos mil años. La producción de energía es la fuente antropogénica mayoritaria de CO2, con cerca de 30.000 millones de toneladas al año en todo el mundo. Tal cantidad de CO2 se produce en las centrales térmicas para obtener electricidad a partir de la energía contenida en el carbón, gas natural y petróleo y por la quema de carburantes en los motores de los vehículos rodados, barcos y aviones. En la actualidad, los niveles de CO2 alcanzan las 387 partes por millón, un 40% más que en el inicio de la revolución industrial.
La inmensa mayoría de los científicos están de acuerdo; el aumento de la temperatura global registrado en las últimas décadas se debe a la actividad humana con una certidumbre superior al 90%. El debate que existe en algunos medios de comunicación, promovido por sectores no científicos, no tiene paralelismo en el seno de la comunidad científica.
Las más extensas compilaciones de datos científicos sobre cambio climático son llevadas a cabo por una organización internacional fundada por la ONU en 1988 y denominada “Panel Intergubernamental del Cambio Climático” (IPCC). Esta institución fue galardonada con el premio Nobel de la Paz en el año 2007.
Los científicos del IPCC comparan las variaciones de temperatura global en el futuro predichas por medio de modelos. Los modelos climáticos desarrollados por climatólogos predicen distintos niveles de aumento de temperatura en función del escenario considerado de emisiones de gases de invernadero. Puesto que estos modelos ya llevan siendo aplicados desde hace varios años, existen predicciones de los últimos años que pueden compararse con los datos reales de temperatura global. Considerando sólo los escenarios incluidos en los informes del IPCC, la temperatura global de los últimos años ha sido superior a la estimada para los escenarios más pesimistas.
Gregorio Marbán (Instituto Nacional del Carbón, INCAR-CSIC)