Otras fuentes de energía. La sociedad del hidrógeno
El hidrógeno es el combustible con mayor densidad energética por unidad de masa. Es el combustible de las estrellas y puede producirse a partir del agua de forma prácticamente inagotable, ya que al ser empleado para producir energía (por combustión directa o en una «pila de combustible») vuelve a formar la molécula de agua, sin generar CO2 ni gases contaminantes. Por «Sociedad del Hidrógeno» entendemos un sistema social basado en una economía energética que aúna la limpieza del hidrógeno como vector de energía con la eficacia de las pilas de combustible para transformar dicha energía en electricidad. Este concepto es especialmente atractivo en el sector del transporte, donde las emisiones de CO2 son dispersas y sólo pueden ser evitadas si se sustituyen los actuales carburantes derivados del petróleo por combustibles renovables como el hidrógeno o los biocombustibles.
Las pilas de combustible producen energía eléctrica mediante la combinación de hidrógeno y oxígeno que son convertidos en agua. De ahí su gran atractivo, pues las pilas de combustible producen una energía limpia a la par que silenciosa.
Las pilas de combustible son, además, sistemas de conversión de energía más eficaces que los motores de combustión interna, por lo que usan una menor cantidad de combustible equivalente. Sin embargo, el hidrógeno no existe como tal en la naturaleza, y por lo tanto hay que producirlo a partir de fuentes primarias de energía. Hoy en día se sintetiza a partir de gas natural, por lo que en su producción se emite CO2. Obviamente, en el futuro la producción ha de llevarse a cabo por medio de procesos limpios, bien a partir de combustibles fósiles, incluyendo la captación del CO2 producido y su posterior almacenamiento geológico, o bien a partir de fuentes renovables (electrolisis de agua con electricidad renovable o gasificación de biomasa).
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Gregorio Marbán (Instituto Nacional del Carbón, INCAR-CSIC)
